domingo, 19 de marzo de 2017

Me pregunto todos los días...


... si es que de verdad me amas, si pese a haberme ido ¿aún me amas? 
Si tu te lo preguntas, yo puedo responder: Sí, cada día. Entre momentos de nostalgias y otros de llantos desconsolados, te sigo amando.

Pero también me pregunto por qué dejaste que me quebrara, por qué permitiste que me volviera una especie de alma en pena, por qué no dejaste que me fuera antes.

Por qué les dices que ya estabas cansado, por qué cuando te pedí la verdad, cuando te pregunté si me habias dejado de querer, me decías que no, que si así fuera ya habrías terminado.

Me pregunto todos los días, por qué permitiste que quedaran solo pedacitos de mi... y aquí sigo... intentando rearmarme, intentando salir a buscar las cosas que se quedaron y que no tengo el coraje y la fuerza de ir a recoger, porque sé que me destrozaría más, porque se que estando así, mi mente seguiría martirizándome diciéndome que no, que no fui suficiente para ti, que nunca lo fui.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Cuando alguien se va, el que se queda... sufre más...



No hay mas sueños...
No hay mas tiempo...
No hay mas miedo... 
No hay mas fuego...
No hay mas vida.

lunes, 2 de abril de 2012

Solo cuando hay tristeza...

Pensé que podía ser distinto, pero sólo escribo cuando hay lágrimas, confusión, decepción o melancolía.
Quería aprender a escribir cuando estuviera alegre, dichosa; pero no lo sé hacer. Porque cuando estoy así, estoy viviendo y no escondiéndome tras las letras.
Y aunque en varias ocasiones en estos meses en que tenía la suficiente tristeza para volver a este sitio, no lo hice esperando aprender a escribir desde la alegría.
Quería no seguir escribiendo cuando estuviera triste, pero este tiempo me ha enseñado que el no escribir acentúa mis tristezas.
Así que aquí estoy, intentando no caer aún más.
Intentando que esta depresión que me observa y sigue, no me deje más tiempo tirada en cama sin ganas de no ver ni hablar con nadie.
Aquí estoy, esperando que me vengan esas ganas de volver a levantarme y salir de casa a disfrutar de la vida.
Esperando a que me vengan esas ganas locas de tomarme un tren, un avión o un viaje cualquiera y aventurarme a un sitio completamente distinto al que estoy ahora. A algo novedoso.

jueves, 5 de mayo de 2011

¿y si no alcanza?

Creo que quizás no doy en el ancho.
Que no podré cumplir con las expectativas que de mi se tienen.
Me supera.
Quizás nunca pase ese examen y sólo me quede trabajar como frustrada toda mi vida.
El asunto ahora es ¿cuánto tiempo será "toda mi vida"...?



Mientras... la pena me ahoga, pero no sé si me molesta no respirar...

PS: Te necesito fuerte.

jueves, 28 de abril de 2011

Imposible compartir


Hay algo que, aunque quisiera en algún momento, me es imposible compartir.
La depresión.
Es de las pocas vivencia, creo yo, en el que puedes hacer partícipe al resto.
No buscando que se depriman ni nada por el estilo; sino simplemente para que de alguna forma puedan entender por qué razón una funciona de cierta forma, y al segundo, todo es completamente distinto.
Pero es incómodo hablar de ello. Es incómodo intentar explicar algo que ni uno sabe qué cresta sentido darle.
Porque es triste también hablar de ello.
Porque me muestra miserable, sensible, vulnerable y da la sensación de que no tienes fuerza de voluntad para salir adelante.
Y anda tú a tratar de explicarles al resto que no se trata de fuerza de voluntad.
Que uno pone todo de su parte, y que pese a ese "todo de su parte" las cosas siguen igual o peor que antes; y terminas frustrándote y deprimiéndote aún más.

Llevo creo que un mes sin medicamentos.
Me di de alta yo.
No le pedí permiso a nadie, ni a mi cuerpo.
Sí porque no bajé dosis ni nada. Así de sopetón una mañana dejé de tomarlas.
Al principio todo bien, como en todas las cosas.

¿Ahora? ¡Y nada!: intolerancia al máximo, frustración constante, rabia, ira al menos 4 ó 5 veces al día.
La pena y el llanto extremo aún no llegan. Pero como me conozco, ya sólo es cuestión de días.

Esas tristezas vienen generalmente después de mi rabia, de esas ganas enorme de botar todo.
Y no me refiero al ejercicio de revisar cosa por cosa para ver lo que sirve y lo que no.
No.
Hoy estuve a un tris de despejar mi escritorio, mi sillón y mi repisa... así a la mala, sin dar tiempo a pensar si rompo o no, si hay algo a lo que hay que proteger porque me trajera buenos recuerdos, o porque en su momento me costó un ojo de la cara.
Pero afortunadamente mi madre está en casa.
Y se me fue esa loca idea.
Y me miró y me encontró más rabiosa, y menos tolerante. Más agresiva y distante.

Y me dijo: "Definitivamente son las pastillas. Te estás comportando de la misma manera irascible y contenida que hace años atrás, cuando no las tomabas".
A ella no le gusta que las toma. Y está feliz con que no tenga intenciones de tomármelas. Por eso quizás acepta mis cambios de humor durante el día y todos los días.
Y acepta que hoy sea la rabia y mañana quizás la pena.
Las madres nos conocen mucho mejor que uno mismo.

En fin... sigo luchando por no tomármelas. Pero está teniendo daños colaterales con personas que forman parte de mi vida y que no entenderán que se debe a una falta de cierto químico en el cuerpo...

Tengo dos opciones:
  • encerrarme cual marmota en mi pieza hasta que pase la crudeza del invierno, y algo de la flagelante primavera.
  • o volverme feliz... felizmente medicada.
Y así estoy, en medio de esta decisión... pero cual marioneta, colgando de los hilos que maneja esta enfermedad, con la rabia de ciertas cosas y la tristeza de otras.
Y bue... sólo quiero dormir.

lunes, 4 de abril de 2011

Lo siento

Por abandonarte en el momento que quizás más me necesitaste, y dejarme abandonar.

Por intentar recuperarte cuando tu mente es un cristal, que frente a cualquier golpe de la vida, puede romper tu cordura.

Por perderme siquiera antes de que supieras lo que es enfrentarse al mundo.
Por no enseñarte a cómo enfrentarlo.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Te espero en casa

Quiero que llegue ese día, en el que pueda susurrarte, a ti... que llevo tanto tiempo buscándote...
Poder despedirme con un beso y un "te espero en casa".
O mejor, te esperamos en casa...
Sí mis sueños son simples, e incluso más de alguien pensará que es anticuado.


Como le decía en su momento a Paula, yo nací en la época equivocada. Me gusta la idea de ser dueña de casa... no necesariamente sin trabajar nada... pero me gusta eso de cuidar de la familia, estar en cada etapa de crecimiento. Involucrarme en todo lo que sea de la casa...
Mis sueños son incompatibles con la época en la que vivo...

pero me queda aún, el seguir soñando que algún día te diré...amor, te espero en casa.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Detalles

Lo más hermoso que recordarás al final del día, no es "donde"... es "con quién"...
Ésa diferencia es la que transforma en majestuosa tu experiencia.

lunes, 15 de noviembre de 2010

Confieso


Te echo de menos... no importa si no creamos expectativas.
De hecho no es que me gustes por las expectativas que puedas generar. Me gusta cómo eres. Volado, preguntón y gruñón. Brutalmente sincero y ese huevón completamente pelotudo al que te refieres.
Con esa forma de conversar tuya que más parece una entrevista psicológica o un prestar declaración.
Pero así me agradas y atraes.
Porque igual denotas tu sinceridad, que se agradece. Eres tierno siempre, aún con tu armadura de dudas e interrogantes.
Aunque no estés... aunque te vayas
Eres claro al mirarme a los ojos.
Brillas cuando sonríes....y éso es lo que ilumina mi día...

martes, 9 de noviembre de 2010

Post Data: el mejor momento para...

Desde el segundo en que siquiera te preguntas cuándo es el mejor momento para replegar y comenzar la retirada... ése! Ése es, justo, el instante preciso para hacerlo... o al menos, el más sano y menos doloroso... simplemente, golpe de tacón y media vuelta.


Hay que aprender a hacerle caso a las corazonadas... el problema es cuando una de ellas se cruza con otra que es totalmente incompatible... ¿cuál se elige? ¿cuál es la que conviene? Y ahí viene, nuevamente el tema de cuándo es el mejor momento...